por Misceláneas de Cuba

derechos-humanosMás de veinte opositores fueron reprimidos por la policía política por el sólo hecho de querer asistir a una misa para orar por los presos políticos y por la salud de Guillermo Fariñas, deteriorada por la indiferencia del gobierno cubano a los reclamos de su huelga.

“La misa -según explicó Vladimir Calderón, Director Provincial del Partido Republicano de Cuba, PRC– se ofrecería todos los días 13 (en homenaje a las víctimas del Remolcador “13 de marzo”), en la Iglesia de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, sita en Salud y Manrique, Centro Habana.

Sin embargo, opositores como Juan Carlos Bous manifestaron que habían sido acosados desde el día anterior con la retención de su carné de identidad, sin el cual las autoridades prohíben salir a la calle.

Ernesto Artiles, quien funge como Director Municipal del PRC y como Comisionado de Transporte y Construcciones Viales del Municipio de Oposición de Regla, comunicó vía telefónica que había sido citado por el oficial Marvin de la Seguridad del Estado para la Unidad policial de Guanabacoa, con el objetivo de impedirle su asistencia a la actividad religiosa.

Comentó Artiles que varios opositores se plantaron afuera de dicha Unidad, evidenciando su apoyo y preocupación, y fueron atropellados físicamente por policías uniformados.

Rafael Egües fue conducido adentro de la Unidad y detenido de forma violenta por medio de una “llave policial”. Héctor González también mostró su solidaridad, luego de lograr escapar del operativo apostado en los alrededores de su vivienda, pero fue igualmente maltratado por policías armados con sus tonfas que intentaban intimidarlo. Rafael Martínez también unió sus gritos y reclamos discutiendo con oficiales de la Seguridad en favor de los derechos violados a sus compañeros.

Mientras -prosiguió Artiles- en sus casas se encontraban bajo arresto domiciliario alrededor de una decena de opositores, entre ellos Deisy Lázara Suárez, Oscar Maestre, Arturo López, Lourdes Xiomara Pineda, Jorge González, Yamila de la Caridad Ganga y Yondel Enríquez fueron víctimas de un intenso operativo que sitió sus viviendas.

Algunos activistas, como José Ignacio Oropesa, Ismael Alarcón, Andrés Pellecier y Arturo Montgomery también manifestaron que fueron interceptados y “reprimidos por un grupo de agentes de la Seguridad y de viejos de la Respuesta Rápida” desplegados en las cercanías de la iglesia, y Lourdes Vidal alegó ser amenazada y maltratada físicamente.

De la misma forma, Julio Beltrán, Director Nacional de la Comisión de Ética del PRC, fue igualmente interceptado y conducido, por un oficial de la Seguridad que se identificó como “Tito”, a la Unidad policial de Infanta y Manglar donde estuvo detenido hasta concluida la misa.

No obstante, a pesar de la represión, una decena de opositores lograron entrar en el recinto religioso y participar de la actividad.

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