EFE
EFE
Por: EFE

El grupo humanitario Human Rights Watch (HRW) divulgará hoy su primer análisis sobre la situación de derechos humanos en Cuba desde que Raúl Castro asumiera la presidencia en julio de 2006. El informe determinará en parte que continúe la actitud favorable de los grupos que piden la flexibilización del embargo.

El informe de HRW, que se no se publicará hasta las 15.30 GMT, es la primera ventana sobre la situación de disidentes y presos políticos en la isla desde que, por razones de salud, Fidel Castro transfirió el control del Gobierno a su hermano Raúl.

El análisis será divulgado en unos momentos en que grupos a favor y en contra de la flexibilización del embargo de EE.UU. contra Cuba miden fuerzas en el Congreso.

En paralelo a la rueda de prensa de HRW, la legisladora republicana Ros-Lehtinen sostendrá una “reunión informativa” sobre cómo, a su juicio, Cuba representa una amenaza a los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.

Ros-Lehtinen figura entre los legisladores que se oponen a cualquier acercamiento con el régimen de La Habana y ha condenado en cada foro público la represión de la disidencia en Cuba.

Mañana, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes examinará en una audiencia las restricciones de viajes a Cuba impuestas a los estadounidenses y si es o no el momento para levantarlas.

Tanto el senador republicano Richard Lugar como el representante demócrata Howard L. Berman, presidente del mencionado Comité, publicaron un editorial el martes en el diario Miami Herald en el que argumentaron que es hora de eliminar esta “prohibición anacrónica impuesta durante los momentos más críticos de la Guerra Fría”.

Otros grupos de corte progresista, secundados por líderes académicos, también abogan por el levantamiento de las restricciones de viaje a Cuba, por considerar que eso fomentará una mayor apertura y facilitará una transición democrática en la isla.

En junio pasado el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, se pronunció en contra de que la Organización de Estados Americanos (OEA) revocase la suspensión de Cuba como miembro de ese organismo regional, impuesta en 1962, hasta que ese país respete las libertades fundamentales de sus ciudadanos.

Vivanco dijo entonces que la OEA no debía levantar la suspensión de Cuba -como al final lo hizo por consenso en su reunión anual en San Pedro Sula-, no por la inclinación ideológica de La Habana, sino por “su manifiesta violación de las libertades fundamentales consagradas en la Carta Democrática Interamericana”.

No sería la primera vez que las declaraciones de Vivanco causan polémica en la región. Vivanco y el subdirector de HRW, Daniel Wilkinson, fueron expulsados por el presidente venezolano, Hugo Chávez, el 18 de septiembre de 2008, después de presentar un informe con críticas a su Gobierno. Además, en noviembre de ese mismo año el presidente colombiano, Álvaro Uribe, acusó a Vivanco de ser “cómplice de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, después de que HRW divulgase un informe en el que denunció las ejecuciones extrajudiciales de civiles por parte del Ejército colombiano.

Dejar respuesta