La organización internacional Human Rights Watch (HRW) dijo este miércoles que La Habana “debe poner fin inmediatamente a la persecución” contra el activista Juan Carlos González Leiva, líder del Consejo de Relatores de Derechos Humanos.
“En las últimas semanas, las autoridades cubanas han amenazado reiteradamente con obligar a González Leiva, un abogado de derechos humanos no vidente, y a Tania Maceda Guerra, su esposa y también defensora de derechos humanos, a abandonar La Habana y trasladarse a otra región de la Isla. Para ello han apelado a una ley draconiana que restringe la libertad de circulación de los ciudadanos cubanos”, denunció la entidad en un comunicado.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch, dijo que “la persecución de González Leiva es otra prueba más de que el gobierno de Raúl Castro está dispuesto hacer todo lo posible para impedir la observación de los derechos humanos, incluso desplazando por la fuerza a los propios defensores”.
González Leiva y Maceda Guerra residen en La Habana desde mayo de 2007, cuando recibieron autorización para vivir con un amigo no vidente y cuidar de este. Según el Decreto 217, todos los ciudadanos que no sean de La Habana deben obtener una autorización especial del gobierno para mudarse a la capital.
En noviembre de 2009, el régimen denegó la solicitud presentada por la pareja para renovar su residencia temporal en La Habana, donde aún viven junto a su amigo no vidente. González Leiva dijo que las autoridades de vivienda le informaron que la negativa había sido ordenada por agentes de Seguridad del Estado.
“Desde entonces, han sido visitados en su vivienda por agentes de seguridad, quienes los llaman ‘contrarrevolucionarios’ y ‘traidores’, y les advierten que serán enviados por la fuerza a su provincia de origen, Ciego de Ávila, si no abandonan La Habana voluntariamente”, apuntó HRW.
Según Vivanco, “la comunidad internacional debe enviar un mensaje claro al gobierno cubano de que estos ataques contra defensores de derechos humanos son absolutamente inaceptables”.
Un informe publicado recientemente por Human Rights Watch concluyó que Raúl Castro “ha mantenido plenamente activa la maquinaria represiva” de Cuba y “ha suprimido prácticamente todas las formas de disenso político”.