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Por: J.C. Sanz-El País

Entrevista a Jerzy Buzek, Presidente del Parlamento Europeo.

El profesor Jerzy Buzek se afilió al sindicato Solidaridad poco después de que los trabajadores de los astilleros de Gdansk comenzaran a desafiar al régimen comunista hace tres décadas. La política se abrió paso en su vida entre los textos científicos. Primer ministro de 1997 a 2001, condujo a Polonia hasta la OTAN y la preparó para su ingreso en la UE en 2004, cuando fue elegido eurodiputado del Partido Popular Europeo (PPE). Buzek, de 69 años, preside desde hace cuatro meses el Parlamento Europeo.

Pregunta. En su primera visita oficial, se ha reunido con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para preparar la presidencia española de la Unión durante el primer semestre de 2010. ¿Ve a España preparada para su misión?

Respuesta. La presidencia española será decisiva para la UE porque el Tratado de Lisboa estará ya en vigor. Pero no todo está escrito en los tratados, y habrá muchas cosas que deberán ser propuestas y puestas en marcha en función de la capacidad política de personas concretas. Quienes se hagan cargo de los puestos clave de la UE van a establecer cómo funcionará Europa en las próximas dos décadas.

P. ¿Se ha alcanzado ya un consenso sobre los candidatos?

R. Los partidos han decidido que el grupo del PPE designe al presidente y los socialistas, al alto representante para política exterior y seguridad. Hay un creciente volumen de legislación europea y ahora podrá existir una continuidad. Durante los próximos dos años y medio tendremos al mismo presidente del Consejo, de manera que los asuntos más importantes podrán pasar de una presidencia semestral a otra con más facilidad. Pero en mi opinión, el puesto más importante es el de alto representante de política exterior y seguridad. La corrupción, el blanqueo de dinero, la piratería, el terrorismo, las armas nucleares… son cuestiones que afectan a nuestros ciudadanos.

P. La presidencia española quiere estrechar lazos con Latinoamérica. ¿Deben cambiar las relaciones de Bruselas con Cuba?

R. En Europa, los derechos humanos, la democracia y el mercado libre son valores básicos. Así que no es posible mantener relaciones plenas con cualquier país en el que no se respeten esos derechos fundamentales. Ése es el caso de Cuba. Pero debemos apoyar a la sociedad civil, a sus ciudadanos, es nuestra obligación.

P. ¿Ha pedido a los gobernantes de los Veintisiete que se atrevan a nombrar a una mujer al frente de la presidencia de la UE?

R. Defiendo con fuerza la presencia de las mujeres en la política de la UE, y también en la ciencia, en la universidad, en los altos cargos públicos y privados. Es muy importante para Europa, donde nos enfrentamos a grandes problemas demográficos. Si no damos paso a las mujeres en muchas actividades y profesiones, será necesario contar con muchos más inmigrantes dentro de 15 o 20 años, en un horizonte en el que habrá casi tantos pensionistas como trabajadores activos.

P. Tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, ¿la UE va a reactivar el proceso de la ampliación?

R. En los Balcanes habrá que tomar en consideración Estado por Estado. Incorporarlos a la UE, comprometiéndolos con la democracia, servirá para impedir que vuelvan a luchar entre sí. Pero hay otros países: Ucrania, Georgia, y también Rusia en un futuro, que desde el punto de vista de la estabilidad de Europa son muy importantes.

P. ¿Y Turquía?

R. Turquía es un caso diferente. Le ha llevado décadas cumplir con los criterios para la adhesión. Es un gran país con una importante historia, pero su herencia cultural hace más difícil el proceso.

P. ¿Aún sigue habiendo una nueva y una vieja Europa?

R. Se puede bromear tal vez entre viejos y nuevos socios sobre quién lleva el paso más rápido. Pero ahora estamos mucho más integrados. Así me lo dijo hace poco Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE UU. Para EE UU es más fácil cooperar con una Europa unida.

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