miguel-angel-moratinos(Diario de Cuba)

El Ministerio español de Asuntos Exteriores ha pedido este jueves al régimen castrista que tenga un trato humanitario hacia algunos disidentes con problemas de salud, durante la reunión mantenida en Madrid para hablar de derechos humanos y de la situación de los presos políticos, informó EFE.

Como en las otras tres reuniones del mecanismo de diálogo sobre derechos humanos celebradas hasta ahora, el gobierno español se ha interesado por algunos “casos concretos” de opositores con un fin humanitario, han informado a EFE fuentes de Exteriores.

Uno de los disidentes cuya vida corre peligro es Orlando Zapata, que tuvo que abandonar el pasado martes la cárcel de Camagüey para ser ingresado en el hospital de reclusos de La Habana tras una huelga de hambre de más de dos meses.

Zapata fue uno de los 75 opositores enjuiciados y encarcelados en la primavera de 2003 y condenados a penas de hasta 28 años de prisión.

A ese grupo pertenece también Ariel Sigler, quien se encuentra en silla de ruedas debido al deterioro de su salud durante su estancia en prisión.

Exteriores no ha precisado los nombres por los que se ha interesado durante la reunión.

La delegación cubana la ha encabezado la directora de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores, Anayansi Rodríguez Camejo, acompañada por el embajador de Cuba en España, Alejandro González Galiano.

Por parte española, han estado los directores generales de Política Exterior, Alfonso Lucini; para Iberoamérica, Juan Carlos Sánchez, y de Naciones Unidas, Asuntos Globales y Derechos Humanos, Jorge Domecq.

En la reunión, que se ha prolongado durante varias horas, “se ha hablado de todos los asuntos sin restricciones”, según las fuentes.

Además de interesarse por la situación de los disidentes, el gobierno español quería conocer el estado de las cárceles de la Isla y de los presos políticos -unos 200 en la actualidad- y la previsión de que La Habana ratifique los dos grandes pactos de derechos humanos de la ONU que firmó hace dos años.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha afirmado en Madrid que este tipo de reuniones permite “avanzar, consolidar la confianza, la promoción y el respeto de los derechos humanos y un mayor grado de entendimiento y cooperación en este ámbito”.

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