(Por Juan González Leiva) El estado de salud de los huelguistas Vladimir Alejo Miranda y Ángel Enrique Fernández es precario, según expresaron sus familiares en visita efectuada al Centro de Información del Consejo de Relatores el 23 de mayo de 2011.
Niurka Rivero Rodríguez, esposa de Fernández, dijo: “Ángel perdió el conocimiento 2 veces anoche y tuve que llevarlo para el hospital, ya lo enviaron de nuevo para la casa, pero pienso que en cualquier momento haya que ingresarlo de nuevo. Está tan delgado que parece un hilo y lo más grave es que mantiene su decisión de continuar su huelga.”
Por su parte, Vladimir Alejo Montes de Oca, hijo de Miranda, declaró: “Mi papá ya dejó la protesta, pero está todo inflamado y muy mal, por eso tiene previsto ingresar de inmediato en un hospital”.
Alejo y Fernández se cosieron la boca con una pita de pescar el 31 de marzo pasado, para exigirle al Gobierno cubano la libertad inmediata del Contratista norteamericano Alan Gross, quien está encarcelado desde diciembre de 2009 y fue condenado a 15 años de prisión, por distribuir teléfonos y computadoras en La Habana sin permiso del régimen militar cubano, y para protestar por los altos niveles de represión política que ambos padecen.
Ambos opositores pertenecen a los Círculos Democráticos Municipalistas de Cuba y al Consejo de Relatores de Derechos Humanos.
Su protesta de más de 50 días la han llevado a cabo en Guanabacoa, Ciudad de La Habana, lugar donde residen.
